PRIMERA INDIVIDUAL EN GALERIA TORNBY
El tiempo se diluye. El instante se prolonga. El espacio cobra vida
En el hombre moderno late una nostalgia y una necesidad de imaginar lugares utópicos del recuerdo y el deseo, recreando una geografía de espacios anhelados, quizas sean esos espacios lejanísimos de los que practicamente se han perdido todas las huellas: Un mundo sagrado, lugar del que el ser humano fue apartado y al cual quiere retornar.
Con este sentimiento de exilio y busqueda encuentro en la materia y el color la fe ante la existencia cierta de un hogar primordial.
Serie de pinturas al oleo y acrílico, coordenadas geográficas donde el interior se desplaza, se estira, se prolonga, se proyecta, se con-funde lo externo en lo interno. Lo interno es externo. Lo externo es interno. El límite no existe.